miércoles, 19 de enero de 2011

La presidenta anunció que abrirá una embajada argentina en Qatar


En esta desértica península del Golfo Pérsico, rica en gas y petróleo pero con reservas de agua dulce sólo para dos días, la lluvia es signo de buenas noticias. A la comitiva argentina que cumplió su primera jornada de trabajo en Doha, también la acompañó el buen clima. Pero no en el sentido meteorológico. Tanto voceros oficiales como empresariales resaltaron la buena atmósfera política y de negocios que acompañó las tratativas de los funcionarios y los empresarios que llegaron hasta aquí en plan de estrechar lazos de Estado y cimentar un vínculo comercial con este país de números impactantes: un 300% de crecimiento en los últimos tres años y una tasa de PBI per capita de 83 mil dólares anuales, que la colocan en la posición más alta del mundo.
La presidenta Cristina Fernández inició sus actividades a las 11:00 hora local –5 de la Argentina– con una visita al emir Hamad Bin Jalifa Al-Thani. Luego de recibirla con los honores correspondientes a un jefe de Estado, que incluyó una formación militar con uniforme de gala y la ejecución de los himnos nacionales, el jeque y la mandataria mantuvieron una reunión de 30 minutos donde se firmaron acuerdos y se pasó revista a la relación bilateral.
“El año pasado, durante mi visita a su país, usted me dijo que consideraba a nuestro país como a un amigo. Este encuentro y los acuerdos de cooperacion que vamos a firmar ratifican que nosotros pensamos lo mismo”, prologó Al- Thani, antes de rubricar seis convenios marco entre ambos Estados, referidos a Cultura, Ciencia y Tecnología, Turismo, Cooperación Internacional y a nivel de asociaciones de negocios e industriales (ver aparte). Durante el encuentro, Cristina le anunció al emir la pronta instalación de una embajada –hoy la Argentina no tiene representación diplomática en Qatar– y la creación de dos centros distribuidores de alcance regional: uno de alimentos y el otro dirigido a productos industriales. “Estamos ante un mundo diferente que abre inmensas oportunidades a los países emergentes, y ante un siglo XXI que tiene nuevos protagonistas y exige nuevas reglas de juego”, dijo la mandataria y agregó: “asumo, como presidenta de la Argentina, el compromiso de que vamos a sostener todas y cada una de estas políticas macroeconómicas que han permitidos estos resultados de crecimiento desde 2003 hasta hoy”.
Tras las firmas de los acuerdos,  mandatarios y comitivas compartieron un almuerzo de bienvenida. Entre los argentinos que se sentaron a la mesa se encontraban los ministros de Planificación, Julio de Vido; de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao; y el canciller Héctor Timerman. De la recepción también participaron los gobernadores de Entre Ríos, Sergio Urribarri, y de Salta, Juan Manuel Urtubey, además de la hija de la presidenta, Florencia Kirchner.
Mientras el plano político se desarrollaba en el palacio, medio centenar de empresarios argentinos asistían a rondas de negocios en los salones del Hotel Four Seasons. La mayoría eran representantes de pymes que trajeron hasta Qatar productos de lujo y propuestas de inversión. Entre los rubros que obtuvieron buena respuesta de los empresarios locales se contaban los productores de frutas de estación y alimentos, laboratorios, manufacturas de ropa de cuero y turismo. En paralelo, otras empresas de mayor porte se reunieron con altos representantes de los fondos que administran recursos soberanos de Qatar. Como ocurrió en Kuwait, estos fondos –que en el país están agrupados por la Qatar Investment Authority– son vedettes de las finanzas globales, a quien muchos empresarios pretenden seducir. Las empresas que presentaron sus ofertas de inversión se fueron conformes y con expectativas de la experiencia. “Notamos gran interés en las propuestas”, resumió Carlos Bañado, del Grupo Chemo, un conglomerado de laboratorios que ofreció un proyecto de inversión por 300 millones de dólares. Su compañía se presentó frente al Qatar Investment Holding, que reúne 100 mil millones de dólares. “Es como haber tenido una reunión con el CEO del JP Morgan, no sólo por el volumen de dinero que manejan, sino por el tipo de inversión. Son puntillosos con los programas de inversión y la tasa de rentabilidad”, explicó Bañado. Agregó que estas misiones: “Son clave, porque la gestión del Estado permite acceder a la primera línea de la toma de decisión. Esto hubiera sido imposible si lo hubiésemos intentado por nuestra cuenta.”
Al finalizar la jornada, se replicó el foro binacional de negocios que se realizó en Kuwait. Fue una cena, y contó con un discurso de la primera mandataria, quien reiteró la importancia de generar sociedades comerciales en base a tres ejes estratégicos: energía, tecnología y alimentos. Enfatizó que el siglo XXI será protagonizado por los que apuesten al valor agregado y al desarrollo del conocimiento, en contrapartida con el sistema rentístico de explotación de recursos naturales que rigió el siglo pasado. “Nada es para siempre, lo que parecía invencible se desmoronó a fin de 2008; lo que parecía seguro, como los activos financieros, se convirtió en dolor de cabeza. La diversificación constituye necesidad de todo dirigente con responsabilidad y mirada estratégica”

Fuente: Tiempo Argentino.

1 comentario:

  1. muy buena noticia !!! abrazos !! ahhh me anoto para ir de jardinero o mucamo jajaja

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