sábado, 13 de noviembre de 2010

Gatica: “Como ruge la leonera General. Somos los más grandes. Dos potencias se saludan”



José María "El Mono" Gatica nació en Villa Mercedes, San Luis, el 25 de mayo de 1925. Con una infancia dura, se crió lustrando zapatos en las calles de Constitución, en la Capital Federal.
Aunque nunca se consagró campeón argentino ni peleó por el título mundial, en 1956, en pelea que no puso en juego la corona, se enfrentó al campeón del mundo Ike Williams; perdió en el primer round; de cualquier manera se ganó con su particular forma de ser el amor incondicional de muchos y el desprecio (odio) de otros.
Entre su debut profesional en 1945 hasta su último combate en 1956; en realidad el último combate fue en 1957 en un Club de Temperley, Buenos Aires y ganó por KO en el 2º round y al saludar expresó: “Dedico este triunfo a un general que está en Caracas, viva Perón, carajo” y allí si nunca más pudo pelear; realizó 95 peleas de las cuales ganó 85 -72 de ellas antes del límite-, perdió 7, empató 2, y una sin decisión. Conocido es el duelo histórico que instauró con su gran rival Alfredo Prada, con el que se enfrentó 6 veces, 2 como aficionados -una victoria para cada uno- y 4 como profesionales -dos triunfos cada uno-, y que dividió al país en dos bandas claramente marcadas y enfrentadas.
De hecho, en una de las peleas encarnizadas que protagonizaron Gatica y Prada, este último, con un zurdazo espectacular y fulminante, fracturó el maxilar inferior de Gatica en el lado derecho en el primer round y Gatica continuó peleando semiconsciente hasta el quinto round hasta que un médico lo obligó a dejar la pelea y la ganó Prada por abandono.
El "Mono" Gatica, que pasó de la nada a la gloria y de la gloria a la trágica muerte, murió el 12 de noviembre de 1963, a los 38 años, tras ser aplastado por un colectivo en Barracas. Entre sus anécdotas sobresale la que protagonizó con el general Perón, entonces presidente, -al cual lo unía una estrecha amistad- en el Luna Park. Una de las tantas veces que Perón y Evita fueron a verlo boxear y se sentaron en la primera fila, Gatica, al reconocerlos se acercó a ellos, estrechó la mano de Perón y le dijo: “Como ruge la leonera General. Somos los más grandes. Dos potencias se saludan”.

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