El gobierno nacional avaló ayer el pedido de mayores inversiones que realizó el jueves la Unión Industrial Argentina (UIA). Tanto el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, como el ministro de Economía, Amado Boudou, compartieron las afirmaciones de los industriales y subrayaron la necesidad de promover la producción y el trabajo nacional.
Fernández sostuvo que era imposible estar en desacuerdo con el comunicado de la UIA y coincidió en que es necesario impulsar todos los mecanismos para que los empresarios decidan invertir y así aumentar la capacidad productiva.
“El comunicado nos cayó muy bien. El texto insta a los empresarios a que sigan invirtiendo, y nosotros esperamos que así sea, para que haya más oferta de bienes y servicios”, sostuvo en la misma línea Boudou.
El ministro de Economía interpretó la postura de la UIA como una muestra de que en la Argentina hay un muy buen horizonte y un nivel de certeza importante para los inversores. “Se dieron cuenta de que la industria fue cuidada estos años”, destacó.
La UIA, en su comunicado del jueves, se mostró preocupada por el crecimiento de las importaciones, que subieron un 46% a lo largo de 2010. Frente a esto, la ministra de Producción, Débora Giorgi, cruzó a los industriales al recordar que el año pasado se sustituyeron importaciones por U$S 7600 millones. Estas últimas se mantuvieron por debajo de los niveles de 2008, incluso en un contexto de mayor actividad. Sin embargo, el jefe de Gabinete le bajó el tono a las declaraciones y aseguró que la ministra se había “intoxicado con uno de los diarios que todos los días insultan al gobierno”. Además opinó que el alza de las importaciones tiene que ver con insumos necesarios para la producción argentina.
A pesar del gesto oficial que buscó distender el escenario, el titular de la UIA, Héctor Méndez, dijo que hay cosas que van en contra de los intereses de su entidad y en consecuencia pronto hará declaraciones que “van a levantar polvareda”. Tiempo Argentino intentó contactarse con Méndez, pero desde su entorno aseguraron que, luego de las afirmaciones que realizó a la mañana, la intención era bajar el tono y no hablar más durante el día.
Por su parte, la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA) rechazó los reclamos de la UIA y afirmó que “el perfil importador argentino no va hacia la demanda de bienes de consumo, sino a apoyar la producción”.
Fernández sostuvo que era imposible estar en desacuerdo con el comunicado de la UIA y coincidió en que es necesario impulsar todos los mecanismos para que los empresarios decidan invertir y así aumentar la capacidad productiva.
“El comunicado nos cayó muy bien. El texto insta a los empresarios a que sigan invirtiendo, y nosotros esperamos que así sea, para que haya más oferta de bienes y servicios”, sostuvo en la misma línea Boudou.
El ministro de Economía interpretó la postura de la UIA como una muestra de que en la Argentina hay un muy buen horizonte y un nivel de certeza importante para los inversores. “Se dieron cuenta de que la industria fue cuidada estos años”, destacó.
La UIA, en su comunicado del jueves, se mostró preocupada por el crecimiento de las importaciones, que subieron un 46% a lo largo de 2010. Frente a esto, la ministra de Producción, Débora Giorgi, cruzó a los industriales al recordar que el año pasado se sustituyeron importaciones por U$S 7600 millones. Estas últimas se mantuvieron por debajo de los niveles de 2008, incluso en un contexto de mayor actividad. Sin embargo, el jefe de Gabinete le bajó el tono a las declaraciones y aseguró que la ministra se había “intoxicado con uno de los diarios que todos los días insultan al gobierno”. Además opinó que el alza de las importaciones tiene que ver con insumos necesarios para la producción argentina.
A pesar del gesto oficial que buscó distender el escenario, el titular de la UIA, Héctor Méndez, dijo que hay cosas que van en contra de los intereses de su entidad y en consecuencia pronto hará declaraciones que “van a levantar polvareda”. Tiempo Argentino intentó contactarse con Méndez, pero desde su entorno aseguraron que, luego de las afirmaciones que realizó a la mañana, la intención era bajar el tono y no hablar más durante el día.
Por su parte, la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA) rechazó los reclamos de la UIA y afirmó que “el perfil importador argentino no va hacia la demanda de bienes de consumo, sino a apoyar la producción”.
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