domingo, 2 de enero de 2011

Dilma Rousseff asumió en Brasil y prometió terminar con la miseria


La economista Dilma Rousseff se convirtió ayer en la primera mujer presidenta de Brasil y prometió trabajar con obstinación para erradicar la miseria y dar prioridad a la región y a los países emergentes en su política exterior. La mandataria destacó también que asume la presidencia sin resentimiento ni rencor, al recordar su participación en la lucha armada durante la última dictadura militar.
La asunción de Rousseff también marcó un emocionado final de ocho años de mandato de su mentor político, Luiz Inácio Lula da Silva, quien le pasó la banda presidencial en el Palacio del Planalto, ante una multitud que soportó una fuerte lluvia.
“Voy a honrar a las mujeres, proteger a los más frágiles y gobernar para todos”, dijo Rousseff en su discurso al jurar el compromiso constitucional en el Congreso, donde llegó junto a su hija Paula. El pulso del discurso de Rousseff fue la continuidad y la exaltación de la figura de Lula, el presidente más popular de la historia de Brasil, con un 87%.
Rousseff reivindicó su participación en la resistencia armada a la dictadura militar, que la mantuvo tres años como presa política y la torturó durante 22 días seguidos en su cautiverio. “Dediqué toda mi vida a la causa de Brasil, entregué mi juventud al sueño de un país justo. Soporté las adversidades más extremas. No tengo resentimiento ni rencor”, dijo llorando la nueva presidenta.
Rousseff fue detenida en San Pablo a inicios de 1970 y liberada a fines de 1972. En el presidio Tiradentes del centro paulista fue torturada durante 22 días. Ayer dedicó su llegada al poder a los muertos por la dictadura: “Muchos de mi generación que se cayeron en el camino no pueden compartir este momento como una conquista, les rindo mi homenaje, porque este camino me hizo valorar más la vida y tener coraje para los desafíos.”
Después de destacar el avance social de las clases más bajas durante el gobierno de Lula, del que fue jefa de ministros, Rousseff dijo que su objetivo central será trabajar “obstinadamente para erradicar la pobreza extrema”.
“No descansaré mientras haya brasileños sin alimentos en la mesa, mientras haya familias en las calles, mientras haya niños en las calles abandonados. La familia es el alimento, la paz y la alegría. Este es el sueño que voy a perseguir”, dijo Rousseff.
Las prioridades que marcó en el campo del trabajo a mediano plazo fueron la salud, la educación y la seguridad. Todo eso lo colocó en el marco de “un ahorro a largo plazo” emanado del petróleo submarino descubierto en 2007 y destinado a un fondo social para sustentar el gran salto que Brasil pretende dar en la segunda década del siglo XXI.
La jornada estuvo marcada también por la salida de Lula del gobierno. Después de su discurso en el Congreso, Rousseff se dirigió al Palacio del Planalto donde la esperaba Lula. Ambos subieron a un escenario y Lula le entregó la banda, entre lágrimas y abrazos. Ya con la banda presidencial, Rousseff dio un mensaje en el que homenajeó a su mentor: “La honra de su apoyo, el privilegio de su convivencia, aprender con su sabiduría, me dio la dimensión del gobernante justo.”

Fuente: Tiempo Argentino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario